El submercado de la ciudad esteña se consolida y suma oferta de lujo; los brokers coinciden en que el megaproyecto que se realizará en el histórico hotel San Rafael revalorizará el área
A pocos días de comenzar la temporada, Punta del Este trabaja en consolidarse como centro financiero y de negocios durante todo el año. La cercanía a Buenos Aires, su ubicación, la predilección del destino por los europeos y la seguridad financiera del país vecino son algunos de los puntos que incentivan a los desarrolladores a crear nuevos proyectos en ese destino. En ese sentido, cada micro zona de la ciudad tiene su encanto y playa Brava, la elegida por los constructores como polo de torres de alta gama gana adeptos. Los brokers afirman que es una zona con una ubicación estratégica: las playas son abiertas y muchos de los apartamentos tienen vistas desde la Punta hasta la Barra.
Por eso, coinciden en que es el lugar indicado para desarrollar proyectos exclusivos: está a poca distancia de los centros comerciales y de los principales puntos de interés de la ciudad. De hecho, el histórico Hotel San Rafael, ícono del balneario con una estructura de chalet alto que fue fundado en 1948, promete convertirse en la torre más grande del Uruguay y una de las más altas de América del Sur. La venta del hotel se realizó durante el último verano, en una negociación cuya recta final comenzó en la noche del sábado 3 de febrero y terminó en la madrugada del domingo 4. Finalmente el empresario italiano Giuseppe Cipriani pagó US$40 millones a Yolanda Merlo, que era la dueña del antiguo establecimiento. De cara al futuro, el nuevo propietario planteó un proyecto de US$400 millones de inversión. Cipriani que trabajo el emprendimiento junto al arquitecto Rafael Viñoly planea un complejo turístico en el clásico enclave de San Rafael, con casino y parador en la playa.
El actual proyecto, aprobado por la Junta Departamental de Maldonado, comprende la reconstrucción del hotel, con más de 100 habitaciones, y agrega la construcción de dos torres horizontales perpendiculares entre sí con una altura máxima de 100 metros, y una tercera parte de la edificación proyectada originalmente. Eso comprende un casino, un centro de convenciones, un centro comercial, spa y residencias, entre otros servicios.
A la hora de analizar las oportunidades, el valor de incidencia de los terrenos en la primera fila rondan los US$1000 por metro cuadrado y las opciones son limitadas. Los precios de las tierras ubicadas en la segunda fila con vista descienden a US$500/m2, mientras que las opciones sin vistas o terceras filas rondan los US$250/m2, detalla Darwin Scrollini, miembro de la inmobiliaria Scrollini Machado que comercializa la tercer torre Le Parc.
Con un valor promedio general de US$4000, el metro cuadrado en la Brava, hay pocos emprendimientos en primera fila. Uno de ellos la tercera torre Le Parc que se construye en la ciudad esteña en donde los valores arrancan en los US$3300, el metro cuadrado. “No existen torres de alta gama con el valor de metro cuadrado que hay en Punta del Este”, aclara el broker. El edificio que, se comenzó a construir hace diez meses ,ya se encuentra en el noveno piso. La torre que ocupa un terreno de 7000 metros cuadrados está ubicada en la parada nueve y media y demandará una inversión de US$63 millones. Tendrá 24 pisos y residencias que van desde los 195 hasta los 435 metros cuadrados, de 3 a 5 dormitorios en suite. “Los precios se mantuvieron porque entendemos que nuestro público es mayoritariamente argentino, y las decisiones de inversión dependen de la evolución de la economía en este país”, agrega Héctor Salvo, gerente general de Raghsa, la desarrolladora que junto a Criba lleva adelante el proyecto que se entregará en 2020.
Sobre el potencial de revalorización, el ejecutivo estima que los valores podrían fluctuar entre un 15 y un 30 por ciento, dependiendo del momento económico, la oferta y la demanda de unidades terminadas con entrega inmediata. “Estamos ejecutando el plan de obra según lo establecido y esperamos una buena temporada en ventas. Además a un año el inicio de la obra, estamos cumpliendo los plazos y eso genera confianza”, agrega Santiago Tarasido, CEO de Criba. El otro proyecto que se destaca es la Trump Tower. Tiene 12.000 metros cuadrados de amenities y demandó una inversión total de US$150 millones: tiene 160 unidades de entre 113 y 300 metros cuadrados, con un valor promedio que ronda los U$S6500/m2. “La obra lleva el concepto de lifestyle a su máxima expresión, y el público ha podido apreciar las dimensiones de esta torre. Esta temporada vamos a estar vendiendo el último stock de unidades”, adelanta Juan José Cugliandolo, director general de YY Development Group, quien estima la entrega para fines de 2019. “Quien invierte en el proyecto lo hace en el último edificio Trump en construcción fuera de Estados Unidos”, finaliza el desarrollador.
Por Carla Quiroga